Un suelo arcilloso inestable tratado con cal modifica sus propiedades físicas y se transforma en una placa estable y duradera. La cal modifica profundamente las características físicas del suelo, disminuye el límite líquido y el índice de plasticidad. Aumenta el límite plástico, el CBR y la resistencia a la compresión. Su alto índice de receptividad puzolánica permite transformar los componentes inertes, aglomera las partículas finas de arcilla y transforma un suelo altamente plástico en otro muy estable. El intercambio iónico (Ca++ / Na + H+) y la formación de silicatos (3CaO. SIO2 ; 2CaO. SiO2) son las reacciones fundamentales.
La hidratación de la cal juega también un papel importante:
CaO + H2O –>Ca(OH)2 + 278 Kcal/Kg CaO.
Los suelos húmedos se secan al añadir cal y esto aumenta su límite elástico.
Las capas sub-base y base estabilizadas con cal constituyen una barrera resistente al agua tanto superficial como capilar. Los suelos son resistentes a las heladas y se reducen los retrasos de construcción por las lluvias.
Un alto valor de la superficie específica y un porcentaje de CaO útil superior al 90% son fundamentales por su buen comportamiento junto a granulometrías bien clasificadas.